El Juvenil B debe ponerse las pilas...
Sin haber conseguido aun la añorada remontada para salir de la quema y sin abonarse a los resultados más esperados, los brotes rojos de este Juvenil empiezan a vislumbrar y la segunda vuelta continua con los mismos visos que la primera.
El final aún no está escrito y aún quedan por escribir los capítulos finales de una película tragicómica. Los rojos suman a estas alturas de la competición tan solo 14 puntos practicamente los mismos puntos que consiguieran en la primera vuelta; 3 victorias, 5 empates y 11 derrotas.
La debacle con tantas derrotas sacan lo peor de un equipo que se hunde. Que a pesar de querer no puede. La ansiedad y los nervios empezan a tomar protagonismo. La reflotación debe continúar su carrera particular para dar vida a una plantilla que ve demasiado cerca el abismo del descenso.
Con errores todavía por pulir y con la impresión de que a base de empeño saldrán de una situación comprometida, los de Fran Calixto se tienen que aferrar en demostrar que son mejores de lo exhibido este Martes en el Pedro Miranda.
Tiempo hay para que la reacción sea completa y las derrotas y empates se conviertan en victorias. Aprender de los errores cometidos es el mejor antídoto a un equipo empeñado en perfeccionar las limitaciones e incorrecciones, que muestra sin tapujo. Confianza, club y afición nuevamente confían en la remontada y la oscuridad puede alejarse con esos fantasmas, los que siempre aparecen cuando vienen mal dadas.
La confianza en que se puede hacer mejor de lo que se ha dispuesto debe encontrar la respuesta definitiva. La primera parte, la mejoría en algunos aspectos del juego y los nuevos "fichajes", deben insuflado los ánimos necesarios para corregir los errores cometidos en la planificación, que deben cambiar el rumbo.
"ANIMOS CHIQUILLOS, SE PUEDE"
En la imagen: UD Telde "B" - Juvenil
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